sábado, 16 de diciembre de 2017

Star Wars: Los últimos Jedi – Crítica (Con Spoilers a partir del segundo párrafo)

Con las entradas compradas desde octubre y el hype por las nubes entré en el cine con mucha ilusión. No en vano Star Wars es una de mis sagas favoritas y después del episodio VII estaba deseando saber cómo iban a desarrollar las tramas y los personajes, y ya por la mañana había leído críticas exaltando la película, diciendo que era incluso mejor que el Imperio Contraataca.

Por desgracia no ha sido así, y después de dos horas y media he salido del cine con una mezcla de tristeza y cabreo. La película es todo un despropósito. Es larga, aburrida, caótica, los personajes quedan desdibujados, los nuevos no tienen carisma y apenas te importan si mueren, se sacrifican o se salvan in extremis. Hay miles de escenas anticlimáticas, la banda sonora es un refrito de las partes anteriores y, lo peor, personajes como Luke Skywalker son vapuleados, destrozando su carisma, su leyenda.

Spoilers. El comienzo de la película es ilusionante, pero a los veinte minutos tenemos el primer momento absurdo: estalla la nave de Leia, ella sale expulsada al espacio, y en vez de explotarte los pulmones y quedarte congelada en camisón en el espacio, utilizando el poder Jedi llega flotando a otra parte de la nave que no está destrozada y seguir viva en la última mitad de la película, eso sí, ayudándose a andar con un bastón. A partir de ahí ya empiezan los despropósitos, escenas que no interesan a nadie, subtramas para rellenar la película. El humor excesivo está muy bien para películas como Avengers o Guardianes de la Galaxia, pero en Star Wars el humor era algo puntual que se sabía fraguar entre los diálogos de Han Solo, y las escenas de los androides, en medio había épica, tensión y dramatismo. Aquí hay una banalización e infantilización del espíritu Star Wars, The First Order parece un grupo de payasos al mando de un incompetente, los diálogos son sketches fallidos. Vamos al detalle:

            Snoke, un Sith que tiene un diseño y un carisma impresionante, que presenta pruebas de un poder formidable, de pronto, antes de llegar a la mitad de la película es asesinado por un sable laser mal colocado. Nos quedamos sin saber nada sobre su origen, ascenso al poder, sus enseñanzas Sith… nada. Su muerte no aporta nada y resta mucho.

            Luke Skywalker y su entrenamiento se queda en nada. La primera escena, esa que nos dejaba el final del Episodio VII, cuando Rey le enseña su espada laser, esa espada láser que perteneció a su padre, que tanto simboliza para él, se resuelve cuando la coge y la arroja por el acantilado mientras suena una pequeña melodía humorística de fondo. Acto seguido aparece bebiendo leche de la teta de una criatura, manchándole el líquido la barba. Sí, este pordiosero sin modales es el legendario Jedi después de treinta años. Lamentable. Luego se descubre que intentó matar a Kylo Ren –o al menos tuvo un momento de duda-, y eso fue lo que provocó la caída de su pupilo. La “batalla final” en la que proyecta con la fuerza su holograma para ganar tiempo resulta que provoca su muerte. Es tan anticlimático, absurdo e innecesario que no sabes qué pensar, ¿de verdad un Jedi de la envergadura de Luke puede morir así, por usar la fuerza, sin ni siquiera participar en una batalla real? Jodidamente estúpido.

            Kylo Ren… uno ya no sabe que se intenta con este personaje. Dejémoslo en que es bipolar, un maniaco depresivo cuyas motivaciones nadie entiende, y que pone la misma cara ante cualquier suceso en pantalla, sea violento, emotivo o banal.

            Lo de las subtramas sin sentido se lleva la palma: está toda la Resistencia siendo perseguida por la Tercera Orden durante media película, y de pronto una pequeña nave se escapa, va a otro sistema solar, se meten en un casino, luego son perseguidos, les meten en le cárcel, encuentran niños y bichos/muñecos que les ayudan a escapar… Y mientras los “heroicos” rebeldes se van sacrificando uno a uno para mantener con vida al resto. No sé, un puto sinsentido. Ah, y en medio de todo esto nos cuelan la historia de amor entre Fin y un adolescente asiática, así sin más. El papel de Benicio del Toro basura.

            Rey y su entrenamiento Jedi se queda en un par de tardes en la isla haciendo katas con una barra de hierro, y a cerrar los ojos y respirar, poco más. Olvidados del entrenamiento y los diálogos entre Luke y Joda en el Imperio contraataca. Aquí tenemos una cueva llena de algas, con espejos. Nada más. Al final uno espera que su afinidad con el lado oscuro y su increíble poder vengan de su familia, de lazos oscuros con los Sith, por ejemplo. Pero no, literalmente, en otro diálogo para el recuerdo Kylo Ren le confirma que sus padres eran unos chatarreros que la vendieron para comprarse bebida (¿?), y que ahora descansan en una fosa común.

            Y podría continuar y continuar durante horas.

Quizás algunos piensen que soy un hater, que debería de haber intentado disfrutar de la película. Os prometo que lo intenté, pero a la hora de película estaba totalmente desconectado, era tal el despropósito, la burla, el insulto al espectador y fan de Star Wars, que cada vez me indignaba más. No se puede hacer peor, de hecho hace buena la segunda trilogía de George Lucas, es, con diferencia, la peor desde el Episodio I: La amenaza fantasma. Por eso me “sorprende” la crítica especializada, como bailan el agua a una película que ha perdido totalmente su esencia. Lo peor es que sé que no importa porque hagan lo que hagan van a recaudar muchísimo. Pero por mi parte se ha acabado el circo, las siguientes en casa y sin pagar un solo euro más. Lo que más me apena de todo esto es que habrá muchos chavales que crean que esta basura es Star Wars, y no den una oportunidad a todo su universo extendido de las novelas y cómics, o que no tengan curiosidad por conocer la primera trilogía.

Sirva esta crítica como aviso de lo que vais a ver: id sin ningún tipo de expectativa, esto no es Star Wars, es Disney fagocitando una marca y pasándola por el rodillo de la mediocridad, de la comedia para todos los públicos y por la falta de comprensión de las bases y lo que hizo única a la trilogía original. Supongo que habrá gente que le pueda gustar y sepa disfrutarla, y que incluso defiendan a ultranza este producto. Bien por ellos. La verdad es más dolorosa: esta película es una muestra del desprecio y el poco respeto que se tiene hoy en día al espectador medio, la idea general de que no importa la calidad del producto, sino mantener la franquicia y el merchandising a punto cada año. Pues conmigo que no cuenten. 

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